Wednesday, October 07, 2009

Te fuiste con el último día de invierno...

Te fuiste con el último día de invierno, en una tarde fría de domingo. Aún puedo recordar cuando caminaba por aquel pasadizo y encontrar tu lecho vacío.
Me quedé observándolo por un segundo, sabiendo que no vería nunca más tu sonrisa, ni escucharía tu voz. No habría más música en casa, ni la alegría que cada mañana nos dabas.
No más tardes de conversaciones, no más regaños de niño, mi mundo quedó en silencio, mis lágrimas escapan de mis ojos como intentando hacer que te quedes, pero ya te has ido, me dejaste solo por primera vez.
Te fuiste con el último día de invierno, como la última hoja del árbol cae con el último soplo del viento frío, que hoy recorre tu cuerpo.
Aún no entiendo el dolor que me produce tu partida, no puedo más que sentir el calor de tu cariño, abrasando mi alma, no siento más frío, cierro los ojos y puedo sentirte viviendo una vez más en la sonrisa de tus nietos.
Hoy vuelas en las alas de un ángel, como alguna vez soñaste, al encuentro de quienes amaste tanto y se fueron antes que tú, puedo imaginarte con los ojos cerrados y el viento acariciándote tímidamente el rostro, elevándote a alturas que solo los ángeles como tú pueden alcanzar.
Te fuiste con el último día de invierno, sabiendo que de tu tronco salieron nuevos brotes que crecerán para dar cobijo como lo diste tú a lo largo de toda tu vida. Quiero creer que seguiremos tu obra y a través de nosotros tus hijos seguirás viviendo, riendo y cantando una vez más, otra vez hay bulla en mi vida, y al final entiendo que nunca me dejarás solo, porque tu recuerdo siempre estará en mi corazón y nunca dejarás de abrazar nuestras almas.
Te fuiste con el último día de invierno para recordarnos que como cada estación, la vida también tiene su final, pero solo para volver a renacer con el primer día de primavera, nos hiciste libres y ahora lo seremos, pero seremos también guardianes del amor que nos enseñaste.
Te fuiste con el último día de invierno, y el primer día de nuestra primavera.

En memoria de mi madre.


Angelus XXI

Wednesday, April 22, 2009

I'm the stranger killing an arab

I heard it from my friends about the things you said
But they know me better than that
They know my weaknesses and I never tried to hide them
How can a view become so twisted
I get so carried away, you brought me down to earth
I thought we had something precious
Now I know what its worth... I’ve never felt so disappointed






Martin L. Gore

Thursday, March 12, 2009

El clan volvió a reunirse

La densidad de la música impregna de inmediato cada piel, la gravedad de la voz nos traslada a una caverna, y las figuras espigadas, oscuras al principio por la contraluz, de repente toman la figura de los cuatro grandes del dark holandés: Clan of Xymox en escena, en el Vocé, aquel local que muchos miran de reojo por su afición a la pachanga. No importa: a tragarse el sapo de visitarla, solo para admirar una vez más a Ronny Moorings y compañía.
Fue un ambiente de tácita hermandad entre los góticos, new waves y algunos emos crecidos que caracterizó su nueva performance en Lima. La buena vibra se levantó por encima del humor tibio que inundaba la sala discotequera y llegó hasta la sensibilidad de estos hijos de la pequeña Ámsterdam, quienes decidieron regresar a la capital peruana después de siete años para reencontrarse con la disminuida pero compacta comunidad dark de la ciudad.
La experiencia de ver a unas de las bandas más reconocidas del circuito oscuro mundial empezó desde la cola de ingreso. Como siempre, se observó a los mismos fieles de los espectáculos de corte alternativo compartiendo ese acto urbano de colocarse uno tras de otro, comentando los discos de la banda, comparando conciertos pasados, vislumbrando presentaciones futuras, esperando grupos lejanos… un paisaje conformado por gente de negro, delineador líquido y aplicaciones de cuero. Claro, no todos iguales porque había alguno que otro yuppie infiltrado que antaño se escarmenaba el cabello hasta dejarlo como el gran tulipán negro de Blackpool.
Infaltables los oportunistas del comercio que ofrecían en dvd conciertos de Clan of Xymox en aquellos festivales de lejana geografía, como el Gotik Treffen de Leipzig, donde miles de seres salidos de la oscuridad toman cada año por asalto a esa ciudad alemana, y comparten los cuatro días del Pentecostés más de 100 conciertos y numerosas ferias con artículos medievales, góticos y culturales. A ese nivel llega la banda holandesa: de ídolos mundiales que rotan en la penumbra permanente.
El Vocé se aprestaba, pues, a recibir a los centenares de admiradores de la banda, aquel grupo fundado por Moorings, quien llegó acompañado esta vez por las grandiosas Mojca Zugna e Yvonne de Ray, y el nuevo guitarrista Mario Usai, los cuatro de elevada e imponente estatura.
Todo se disponía para que la noche sea intensa. Las bebidas comenzaron a circular, los grupos a formarse en distintos puntos del salón, y los góticos comprometidos con su causa a lucir sus prendas recargadas y el maquillaje grave que los hace reconocibles en cualquier punto del orbe.
¿La espera fue larga? Digamos que dos horas, que pasaron literalmente volando porque la sesión previa de música llenaba las expectativas porque iban desde el EBM enérgico de Nitzer Ebb, pasando por electro industrial de And One, hasta el melancólico rock gótico de Wolfsheim. La gente empilada, las luces a punto, las pantallas armadas, el concierto prometía y el público ansioso. Solo restaba que los héroes de juventud de muchos aparecieran en escena.
A las 11 de la noche, la iluminación se diluyó a su mínima expresión y el humo lanzado sobre el proscenio anunciaba el ingreso de la banda. Y las primeras en ingresar fueron la hermosa Mojca, la bajista que conquistó corazones desde su primera visita a Lima, y la rubia Yvonne, encargada de los sintetizadores desde su negro vestido de dama medieval. Les siguió Mario, el guitarrista recientemente ingresado al grupo, con un peculiar pantalón que tenía una pierna de color negro y la otra con rayas oscuras y blancas, que hacía recordar al desaparecido Miguel Abuelo en sus mejores épocas en el Obras Sanitarias de Buenos Aires.
El último en ingresar fue Roony, el artífice de la banda favorita de The Frozen Autumn y uno de los puntales de la mítica productora 4AD en los 80. Aquí estaba de nuevo, en Lima, dispuesto a mostrar su talento, tal como lo hace en Finlandia, Alemania y Polonia, los próximos países que tocarán en abril como parte de su gira 2009.
Desde un inicio, la música se alineó con el humor de los asistentes y se mezcló de inmediato con las voces que entonaban clásicos como A day y Louise, con gritos destemplados que pedían Back door, y con las expresiones de sorpresa por la versión densa y opresiva del davidbowiano Heroes. La gente respondía a cada inflexión y tonalidad grave de la voz de Rooning, que se diluía entre los phaser, distortion y tremolos de la guitarra de Mario, mientras que los largos y finos dedos de Mojca se deslizaban por las gruesas cuerdas de su eterno bajo, e Yvonne imprimía personalidad a cada canción con sus teclados.
Hora y media de concierto. Más que suficiente. La gente hizo regresar a la banda por dos oportunidades a la voz de “Xymox… Xymox…”, y sus miembros mostraron su buen talante de subir al escenario para mostrar así su entrega. Ya acabado el concierto, el gran Roony invitó al público a quedarse en la discoteca para seguir bailando al ritmo de su sesión de dj. Pero esa, ya es otra historia...

† Nosferatu †

Friday, October 24, 2008

Puta de mis fantasías

Cada noche te observo venir, tan alta, tan bella
Amor de niño, sueño de adolescente
Fantasía
inalcanzable,
amor platónico
Me miras a través de la ventana, no te inmutas, sigues tu marcha
Bajo la luz del farol prendes un cigarrillo
Bocanadas de humo, salen de tu boca
Se mezclan con la luz de farol, un velo de misterio te envuelve
Caminas como si el mundo se rindiera a tus pies
Como si no importara que te observo
¿Por qué no te detienes?,
Por qué no eres capaz de verme, si yo te admiro cada noche
Imagino tus labios besando los míos
Mis manos recorriendo tus piernas
Rocas que se adentran al mar de mis pasiones
Musa de mis más insanas fantasías
Una noche, te aguardo, te espero, te acecho
Llegas puntual a nuestra cita, bueno, tú no lo sabes
Pero en mi cabeza nos encontramos tantas veces, que ya es nuestro ritual
Sacas un cigarrillo, me acerco, te ofrezco fuego, sonríes
Te miro por primera vez, mi rostro se agrieta,
Me alejo, fantasías rotas, sueños sin realizar
Perlas que hoy son basura, dientes amarillos de nicotina
Porcelana desgastada, surcos recorren tu piel
Ojos sin brillo, labios partidos, bajo una capa de rojo pasión
Pasión que se fue en mil batallas, besos vanos
Harapos, deslucidos cubren esa piel que aún recuerdan tiempos mejores
Medias corridas, cubren tímidamente ruinas de lo que alguna vez
Fuera un templo de mis sueños más húmedos
Manos huesudas, sostienen un cigarrillo
Mientras el humo sube, y se funde con la luz del farol
Un velo te vuelve a cubrir
Volteo y me miras por primera vez, me recuerdas
Volteas hacia el otro lado
Como queriendo excusar tu vida, cierras los ojos,
Aspiras otra bocanada del cigarrillo y esperas,
Mientras me alejo no me atrevo a mirar,
Una vez más, solo me desvanezco en la penumbra de mi propia noche.


Angelus XXI

Sunday, July 27, 2008

Cuando aparece la noche

Cuando aparece la noche
Me escondo entre sus sombras
Me hostiga la mediocridad de las luces
Durante el día me expongo a los rayos del sol
Pero en las noches me dejo atrapar por la penumbra.

Salgo, la bulla me va guiando
Allá, a lo lejos, me espera la fantasía
Que esta noche no habrá de serlo más
La oscuridad se hace mi amiga
El único testigo de mi descaro.

Se mezclan en uno la música y la bebida
Mientras, los cuerpos desfilan ansiosos
Como escaparates vivientes van dando vueltas
Son obras de arte con moldura de trapos y perfume
Vacíos, huecos, pero audaces y cautivantes.

La mirada atrapa uno, como el anzuelo coge su presa
Los besos aparecen de la nada
Se cofunden el amor y la pasión
Las lenguas se tornan en puente
Y las manos exploran más allá de cualquier límite.

Ya no tiene sentido seguir fingiendo
Pero se debe seguir con el rito que exige el guión
Después de todo, los tragos siempre son necesarios
Y falta mucho para que llegue la aurora
En medio de esa nada la ilusión va tomando color.

Las calles se hacen infinitas, amargas
Después de la eternidad aparece una puerta
Detrás, el paraíso monocolor espera a sus huéspedes
Hambriento de historia, sediento de sinrazones
La puerta se cierra y se funden en uno los dos cuerpos.

Una boca recorre misteriosa su presa mientras se deshace el algodón que la protege
Devora hasta el último milímetro de piel que encuentra a su paso
Los ojos cerrados saborean con la mente aquel trofeo de carne
Los dedos en sus yemas repasan lo que los labios cultivaron con su miel
Avanzan impetuosos unos y otros sin piedad.

No hay donde detenerse, todo el campo verdea
Sobre el cuerpo que yace estremecido
Se agitan en olas sus células
Tormento de amor se hace cómplice y dirige el concierto
El éxtasis raya en locura cuando aparece en el cenit ese sol.

Se siguen amando, mórbidos de placer
Inquietos, descubriendo más formas de las que existen
Inventando mil maneras de llegar al cielo
Mientras arde el infierno en sus cuerpos, con combustible de sudor
La faena se extiende hasta la mañana.

El día se filtra como aparecido a través de la ventana
Anuncia despacio, susurrando en el oído, que es hora de partir
Se vuelven a inventar los disfraces, con más cinismo que el inicial
Las sábanas se revuelven vacías, sin poder atrapar el encanto
Los besos se convierten en un abrazo, en un número de celular almacenado…

Mañana, cuando no haya en qué creer, ni en quién
Esos recuerdos serán mi certeza.
Mañana, cuando ya no haya mañana
Esas vivencias serán mi tortura, mi castigo, mi condena
Y me abrirán las puertas del cielo


Angelus XXI

Wednesday, June 11, 2008

Esto que entorpece e invade mis sentidos es el dolor...

Este es el texto que me negué cientos de noches a entregar, por la frustración que me embarga. Estoy desolada, destruida por dentro. Siento que no tengo corazón, que me lo rompieron en pedazos, ya ni duele.
Sólo siento un peso en el alma, en medio del pecho que retumba y llego a sentirlo hasta en la punta de los dedos. Perdí. Esa es la verdad que me niego a ver. Por 1,460 días estuve detrás de un amor malsano al principio, pero intenso y voraz, porque sentí su entrega, pero como una estrella fugaz pasó y me dejó.
La tristeza que me embarga es tan grande y pesada que no me deja ni un solo momento. Mis lágrimas aún no se secan, brotan como cascada. Afean mis ojos, mi rostro, pero es el precio que pago por no resignarme.
Todo es tan evidente, él ya hizo su vida, lo intuyo con ese sexto sentido que tienen las mujeres, sobre todo las enamoradas. Quedo devastada cuando pienso que jamás volveré a ocupar su cama, ser parte de su casa, de su cocina, o a ocupar el lado izquierdo del comedor.
Me siento tonta, pero son mis sentimientos y eso no lo puedo cambiar. Existe una persona que me ofrece todo por el todo, desde abrigo, una mano amiga y amor desbordante, pero hoy me di cuenta que me encuentro sometida a ese amor que me paraliza y me deja sin fuerzas.
No paro de llorar, eso es lo hago mejor en estos últimos seis meses. Siento que la felicidad se me negó. Hasta siento que he enloquecido porque envidio a todo aquel que ríe.
No soy feliz, quiero serlo, pero con él.



Libélula

Thursday, March 06, 2008

Mi boca quiere pronunciar el silencio...

La belleza que algún día pensé dominaría mi espacio un buen tiempo, ha desaparecido. He usado hasta lo último que guardé y he quedado feo.
No pienso salir porque no soporto verles reír y prefiero quedarme en el baño, fumando en silencio, procurando que nadie me escuche, que me den por muerto.
No quiero sorprenderles, deben de acostumbrarse a mi partida, a mi ausencia, al continuo viaje sin retorno porque esta vez no voy a salir de casa.
Ando cambiando de color y empieza la cuenta regresiva de recuerdos, sí, de aquellos que provocan que estalle y me destruya, es que son lo único que tengo, ellos me alimentan y yo los cuido porque me han pedido que desean quedarse conmigo.
Desde muy niño hemos aprendido a jugar los mismos juegos, en los que yo pierdo y deseo volver a enfrentarles para ganar, y vuelvo a perder. Pero son mi única compañía y el día que decidan partir, también he de tomar otro rumbo.
He vuelto a sacar mis viejas cortinas y las veo manchadas, pero me gustan. Son tan rojas aquellas manchas que presiento que el sol no querrá volver a buscarme y podré descansar tranquilo. He matado todo insecto que en algún momento fue motivación para salir a encontrarme con el mundo de nuevo.
No los quiero, me recuerdan más de un intento fallido y esta vez si vuelven a aparecer, serán los que mi cuerpo arroje cuando decida mutar, abrirme para convertirme en fragmentos que acaben en la basura y también sigan su rumbo, el inevitable destino.
La belleza que algún día pensé dominaría mi espacio por buen tiempo, empieza a oler mal y me pica por todo el cuerpo, está buscando un espacio y yo por ahora me niego a dárselo. Quiero seguir fumado y esperando, es la misma espera que me ha obligado a dejar todo, a abandonarme por completo.

El Niño